El cerebro como herramienta para el cambio del ADN
Es sorprendente, pero debido a que es un modelo completamente programado, el cerebro humano tiene inherente también la capacidad de liberarse de su programa, si alcanza una fuerza de tensión tal que no se enganche a la naturaleza que forma la persona concreta.
Desde luego, en el mundo de los logros de la ciencia exponer una declaración en la que afirme que es posible cambiar el ADN parece más que absurda, no obstante, en este camino ya se ha logrado cierto éxito en la Universidad de Zhongshan en Cantón. Especialistas de esta universidad pudieron reemplazar una parte del ADN encargado del desarrollo de algunas enfermedades graves. El premio Nobel de Química en 2015 fue otorgado al sueco Thomas Lindahl y los estadounidenses Paul Modrich y Aziz Sancar por los estudios en el campo de los métodos de la reparación del ADN.
Sin embargo, el secreto de todas las capacidades relacionadas con el ADN está en condiciones distintas de la existencia del genoma. Éste puede obedecer sólo directamente al cerebro de la persona – accidental o intencionalmente. Por eso es importante conocer las capacidades del cerebro.
Además, únicamente el cerebro puede meterse en el programa sin dañar la naturaleza personal del hombre, su Código Personal. Por supuesto, mucho depende de la tensión del cerebro con la que nació la persona y si podrá corregir el trabajo del mismo desde afuera, o sea nutrirse de ondas introducidas que se enganchan a la tensión que tiene en su cabeza (por ejemplo, al hipotálamo).
En la antigüedad este trabajo se realizaba mediante la obtención de un nuevo tipo de tensión a través del cambio de la forma del cráneo y, en consecuencia, del cerebro. La cuestión consiste solo en la capacidad o la incapacidad del ADN de aceptar las tensiones adicionales en nuestro cerebro. Esto en caso de que la persona lo hace desde afuera, de manera “forzada”. Pero si lo hace por sí misma desde dentro, esto significa que el ADN ha admitido tal tipo de actividad, que es un hecho muy interesante.
La adaptación del ser humano a nuevas realidades de la vida, igual que los cambios, es una función del ADN quien posee muchas posibilidades. En nuestro ADN hay escondidas un montón de cosas, que no se muestran por afuera, dado que la vibración misma del ADN es lo superior que nos determina y puede descomponerla sólo el cerebro, mejor dicho, el esfuerzo del cerebro. Y el principal error de la existencia humana es la incomprensión de los enlaces en el cerebro y el ADN, que lleva a la realización de procesos intracelulares incompletos, incluso la replicación (la síntesis) y la transcripción (la construcción) del ADN. La cuestión relacionada con las cualidades capaces de ampliar nuestras posibilidades, es un tema específico del cerebro.
Es decir, nosotros mismos nos limitamos con aquello que nos limita. Y, en realidad debemos estar interesados no sólo por la autorreplicación de las células, sino que también por su perfeccionamiento. Y el perfeccionamiento de las células es el perfeccionamiento de la copia. Si no mejoramos la copia, entonces el proceso de la autorreplicación irá empeorándose.
© Oleg Cherne