El Micro-esquema de la alimentación
Cuando una persona elige para sí cierta forma de alimentación, lo primero que tiene que hacer es comprender su esquema. Algo más. Cada tipo de nutrición debe tener algún peculiar sentido, un objetivo. Y si las tareas que uno se plantean son más serias y significativas, entonces igual de profundo debe ser este esquema. Y un rasgo principal que tiene que llevar la alimentación, es reconstruir y mejorar el Código interno de la persona. Para lograrlo se implica una forma de nutrición distinta: la alimentación con productos de alta frecuencia con cuya ayuda el hombre será capaz de reformar su cuerpo y de implantar dentro de sí un nuevo micro-esquema.
La nutrición es un proceso entero y su reconstrucción debe ser realizada gradualmente, acostumbrando a las partes del cerebro al trabajo con frecuencias diferentes. Cada persona tiene activadas distintas partes de su cerebro, pero éste no tiene el hábito de reaccionar a los alimentos de alta frecuencia, lo que significa que no podrá absorberla. Al alimentarse de comida de alta vibración, uno lo que realiza es revivir su cerebro, lo está nutriendo. En realidad, al aceptar la idea misma de la nutrición con productos de alta frecuencia, la persona contribuye al proceso del equilibrio de su cerebro.
La alimentación de alta frecuencia es la Alimentación del futuro, puesto que ayuda a crear condiciones para que los indicadores del cuerpo, la energía y el cerebro sean de una frecuencia más alta. Estos indicadores retiran a la persona de los valores reducidos, más rústicos, aquellos que tienen un límite en su existencia energética. Este sistema lleva al hombre a otros estados de vivencia.
El cerebro posee una gran cantidad de enlaces que determinan el algoritmo de la existencia de la persona. A menudo, muchos de estos vínculos se forman justamente, por la manera de alimentarnos. Y no resulta muy fácil reformar y mejorar estos enlaces, puesto que están creados no sólo por el modo de vivir de la persona, sino que también por el período de convivencia con los mismos, generados mayormente por reacciones a la comida y a su consumo . Es decir, somos lo que comemos.
Para reconstruir y mejorar los enlaces en el cerebro es necesario cambiar el esfuerzo en él. Pero, junto con las influencias externas, nuestras dependencias y reacciones, que son la influencia interna en el cerebro, también bloquean muchas de nuestras habilidades.
La gente trata de perfeccionar su cuerpo, energía y cerebro, a través de la respiración, la nutrición y prácticas específicas. Representantes de varias culturas intentaron cambiar el trabajo del cerebro, incluso mediante el cambio físico, drástico del cráneo. Debido a que nadie en la actualidad estudió profundamente este tema, no se puede decir si este método tuvo éxito o no. Pero una cosa queda clara: la comida de alta frecuencia es la llave para la obtención de muchas habilidades.
No obstante, es imposible comprender algo superior, se continuamos permaneciendo a un estado más bajo, claramente se necesita experiencia. Por lo tanto la comprensión de los cambios profundos, debe ser una experiencia verdadera de cada uno. Al mismo tiempo, resulta primordial tener un enfoque sistematizado e inteligente para poder adquirir el equilibrio y reconstruir la estructura de los vínculos. De lo contrario, uno corre el riesgo de caer de una dependencia a otra. El proceso de la re-sintonización de los enlaces en el cerebro debe poseer un carácter ponderado y controlado.
La alimentación de alta frecuencia es una nutrición estructurada, un micro-esquema, que tiene que ser bien fijada, en primer lugar, en nuestra mente. Esto implica un serio trabajo disciplinado, perseverancia y lo principal, no tener prisa. Ante todo, el cerebro debe construir el esfuerzo de la Atención y recién después del Enfoque.
La Alimentación del Futuro representa una Geometría Sagrada que debe construir en el ser humano un micro-esquema correcto. Los indicadores básicos y principales de si uno va por el camino exacto debe ser la conservación de la claridad, la adecuación, el fortalecimiento del trabajo de la cabeza, también la reducción de la toma de comida con bajas cualidades, la independencia y al final, el desinterés general de la misma.
© Oleg Cherne